Hace tiempo que tenía ganas de escribir este artículo, porque en el cuidado de suculentas muchas veces damos todo por sabido, y nos olvidamos de que todos los días hay nuevas personas que se inician en su cuidado.
Por eso, en esta ocasión, parto de cero, contándote qué debes tener en cuenta para cuidar suculentas, suponiendo que no sabes nada de ellas.
Así que, allá vamos. Te contaré lo que he aprendido en el cuidado de estas bellas plantitas para que las tengas preciosas, regorditas y que consigas sacar sus colores más vibrantes en cada estación.
Estos 10 tips son ideales para las personas que empiezan en el cuidado de suculentas, pero también son los pilares fundamentales del cultivo de estas plantas. Así que guárdalo, y consúltalo cada vez que necesites solucionar algún problema con tus echeverias, sedums, graptopetalums o cualquier otro tipo de suculenta que tengas en tu colección.
Espero que el artículo te ayude, y te anime a tener suculentas en tu colección, porque una vez que pruebes, ya no podrás parar de coleccionarlas.
Utiliza una maceta con un buen orificio para la salida del agua sobrante
En el cuidado de suculentas la maceta es un básico, y si bien es cierto que puedes utilizar recipientes sin hoyo u orificio, si estás empezando no es lo más adecuado. Las suculentas necesitan drenar muy bien el agua sobrante del riego. Toman lo que necesitan por sus raíces, y la tierra no puede quedar húmeda.
Si es así, la planta termina por pudrirse, o se provoca la aparición de hongos por exceso de humedad. La razón es que las suculentas almacenan mucha agua en el tallo y hojas, y no necesitan tener más agua en la maceta.
Por eso, es fundamental elegir un recipiente que facilite un buen drenaje, e impida que se acumule el agua dentro.
Sustrato muy drenante
Por la misma razón que lo anterior, el sustrato que utilicemos para sembrar nuestras suculentas debe ser muy poroso y drenante. Un sustrato que impida la acumulación de agua. Por eso, la tierra negra no es lo mejor, si bien podemos usarla mezclándola con otros productos más porosos y que le confieran unas propiedades más drenantes.
Dependiendo de la suculenta que se trate, y el tipo de clima que tengamos, podemos añadir perlita, vermiculita, piedra volcánica, corteza de pino, o utilizar tierra de hojas.
El secreto está en conseguir una mezcla que se derrame cuando la apretemos en la mano. Si el sustrato se queda apelmazado no nos sirve, porque no permitirá la aireación de las raíces. El sustrato normal no nos sirve, porque es demasiado pesado, y acumula demasiada humedad.
Compra tus suculentas en un vivero de confianza
Normalmente no hay ningún problema en comprar suculentas en viveros especializados en ellas. ¿La razón? Las plantitas se venden más rápido y no permanecen demasiado tiempo expuestas a la humedad de los viveros.
Como el mejor lugar para una suculenta es el aire libre, siempre que encontremos suculentas en supermercados, o grandes superficies debemos ser muy cuidadosos al elegirlas. En estos lugares al no estar expuestas a la luz solar, estar demasiado juntas, y acumular demasiada humedad, suelen venir enfermas o con algún tipo de hongos. Además, también suelen etiolarse, que es el estiramiento del tallo de la suculenta por no recibir luz solar directa.
Por eso, te recomiendo que compres tus suculentas en viveros especializados y lugares de confianza.
Cambiar la suculenta de maceta cuando la lleves a casa
Normalmente las suculentas que compramos vienen en macetas con muy poca tierra y de muy baja calidad. Por eso, es importante poner un buen sustrato, en una maceta adecuada a sus dimensiones, y comprobar que sus raíces están bien, sin ningún tipo de plaga.
Limpia tus suculentas de hojas secas
Las plantas suculentas suelen desprenderse de las hojas que están debajo, así que no te preocupes: es completamente normal. Las suculentas crecen desde el ápice de crecimiento, así que cuando debes preocuparte es cuando veas que éste se seca o tiene algún tipo de mancha oscura.
Riego en el cuidado de suculentas
Tienes que tener mucho cuidado en el riego de estas plantas, ya que será más fácil salvarlas de una deshidratación que de un exceso de riego. Por eso, independientemente de lo que te digan, observa a tu suculenta, y observa cómo se comporta cuando la riegas.
Normalmente sólo hay que regarlas cuando el sustrato está completamente seco, hasta el fondo de la maceta. Pero también puedes observar si sus hojas están muy duras, y por tanto, la planta tiene suficiente agua en ellas. De ser así, espera un poco más, y no riegues tan a menudo a tu suculenta.
Asegúrate de que no queda nada de agua en el plato de la maceta, y no riegues la roseta de la suculenta porque podría acumular el agua en ella, y provocar la pudrición.
Cuando vayas aprendiendo un poco más cómo se comporta tu plantita, podrás ir regando algunas rosetas y quitar el agua sobrante con ayuda de una bombita de aire.
Cuida su pruina
Las suculentas segregan una sustancia, como una especie de polvillo blanco muy característico llamado pruína. Esto les protege del sol, de la humedad y de los agentes externos que puedan perjudicarles.
Es muy importante que no toquemos sus hojas salvo que sea necesario, porque una vez desaparece ya no la recupera más hasta que la planta crece y saca nuevas hojitas.
Luz en las suculentas
La luz solar directa es muy importante en cuidado de las suculentas. Si no reciben una media de 4 a 6 horas al día, comienzan a etiolarse o estirar sus tallos, y los colores de sus hojas dejan de ser vibrantes.
Por contra, si el sol es demasiado fuerte, como suele ser el de la tarde durante los meses de verano, las suculentas pueden quemarse. Así que lo mejor es colocarlas con protección para que reciban la suficiente luz y calor necesarios en su crecimiento.
Sustrato rico en nutrientes
Las suculentas crecen en tierras de roca y muy pobres en nutrientes, y esto hace que desarrollen los colores y formas tan característicos. Si aportamos demasiado fertilizante a nuestras suculentas, se convertirán en grandes plantas, pero probablemente pierdan las características que nos enamoraron de ellas.
Lo único que añado de vez en cuando al sustrato de mis suculentas es humus de lombriz. Así crecen bonitas y saludables, pero a su ritmo.
¿Sabes que si pones demasiado fertilizante en tus suculentas acortarás su vida?
Observa tus suculentas
Vigila cómo crecen, si sus hojas son normales, y si no hay bichitos en ellas. Comprueba que no se le caigan demasiadas hojas, y que no haya manchas color marrón en el tallo. Si una suculenta comienza a pudrirse, lo hará muy rápido, así que es fundamental estar muy pendiente para tomar las medidas necesarias.
Para los hongos suelo utilizar un fungidida sistémico. Mientras que para la cochinilla u otros bichitos utilizo alcohol en un bastoncillo, o aceite de Neem disuelto con jabón.
Por último, animaros a que si no habéis tenido éxito en un primer acercamiento en el cuidado de suculentas, lo intentéis de nuevo. Al principio es complicado comenzar con cualquier tipo de plantita, pero las suculentas son una variedad muy resistente y luchadora que te dará muchas satisfacciones, así que no te desanimes a la primera.