Cómo cambiar el color de las suculentas de forma natural es mucho más sencillo de lo que imaginas. Si te preguntas por qué la misma variedad de echeveria, dependiendo de la foto es de un color o de otro diferente, este artículo te interesa.
Cuando empecé a cuidar suculentas, ésta era una de las preguntas más frecuentes en mi cabeza. Y es que no lograba comprender qué era lo que hacían algunas personas para que sus suculentas fueran de colores diferentes, aunque se tratara de la misma especie que yo tenía.
Después de experimentar, y de investigar en la red, descubrí que hay ciertas cosas que puedes hacer en el cuidado de tus suculentas que harán que cambien de color e incluso de forma.
Cambiando el color de las suculentas con estrés
Algo extremadamente importante es comprender que las suculentas son plantitas que proceden de climas muy áridos, con sustratos bastante pobres, y unas condiciones muy extremas. A pesar de eso, son una variedad de plantas que por naturaleza son supervivientes, y que no necesitan demasiado para estar felices, e incluso, propagarse.
Su estado físico natural en esos climas y ambientes es estar estresadas. Ahora bien, si nosotros les damos otras condiciones mucho mejores, con un sustrato más rico, más agua y un clima más suave que no queme sus hojas, las suculentas van a crecer mucho más, pero no en sus colores estresados originales.
Las sustancias responsables de que las suculentas cambien de color son las antocianinas. Son unos pigmentos presentes en estas plantitas, y en muchas otras, que se activan para proteger a la planta cuando las condiciones en su medio se vuelven más complicadas, ya sea la temperatura, el agua o el sol.
Así que no significa que las plantas sufran, sino que son un medio de defensa natural frente a condiciones que pueden afectarles negativamente.
Por eso, a estas alturas quizás ya sabes que para que las suculentas, echeverias, sedums o kalanchoes nos regalen sus fabulosos colores, necesitan vivir en un ambiente de estrés como el que tienen en sus lugares de procedencia.
Suculentas de colores dependiendo de la variedad
Ahora bien, es sumamente importante conocer las distintas variedades de suculentas, y cuál es el nivel de estrés que necesitan para lucir colores espectaculares.
Por ejemplo, en el caso de la Echeveria Rainbow, al tratarse de una variedad variegada de la Perle Von Nurgberg, no soporta demasiado el sol, ni tampoco la falta de agua. Si pretendemos estresarla ofreciéndole sol directo, lo único que conseguiremos es que adquiera tonalidades parecidas a la Perle Von, en lugar de estos colores tan fantásticos que ves en la foto.
Para que esté así de bonita, sólo tienes que ofrecerle luz directa filtrada, con una lona o un toldo, y darle agua cuando veas que su sustrato está completamente seco. Así conseguirás que sea una auténtica arcoiris.
Sin embargo, la Perle Von necesita el sol directo para deslumbrarnos con sus colores lilas, violetas, rosas…dependiendo de la variedad que tengamos.
Pero no sólo el calor y la falta de agua harán que tus suculentas cambien de color. También el frío hace que sus colores de estrés aparezcan cuando las noches comienzan a refrescar. Ese es el caso de algunos sedums, como el Sedum Aurora, o el Graptopetalum Paraguayensis, que adquieren tonalidades entre rojas o rosas dependiendo el frío, especialmente durante la noche.
Algunas Haworthias, o especies de Agavoides no cambiarán jamás sus tonalidades verdes por más que las estreses, las dejes sin agua, o las expongas mucho al sol. Así que, como ves, es muy importante conocer qué tipo de suculenta tenemos para saber si cambiará o no de color, y en qué condiciones.
Riego para cambiar el color de las suculentas
El agua, o mejor dicho, la falta de agua puede ser un factor determinante en el cambio de color de muchas suculentas. Hay algunas variedades que sólo consiguen colores rojos o anaranjados cuando alargamos un poco el tiempo de regado de la planta.
Es el caso de la echeveria Black Prince, o de la Raindrops. La primera se volverá completamente negra cuando su sustrato esté seco durante más tiempo de lo habitual, y la segunda tendrá una coloración roja en las puntas de sus hojas. Podrás regar completamente a la planta cuando pasen un par de días o tres desde que tenías que hacer el riego, sin pasarte demasiado. Nunca dejes que tu suculenta tenga las hojas blanditas, porque eso querrá decir que necesita mucha, mucha agua.
Cómo influye la temperatura en el color de las suculentas
La temperatura es fundamental para la planta. Así que verás cómo cambia el color de tu suculenta durante la época del verano, pero también cuando las noche comienzan a ser más frías en otoño, o durante el invierno. Especialmente los sedums que soportan muy bien el frío, adquieren unas tonalidades preciosas durante el otoño y el invierno.
Las suculentas proceden de lugares muy áridos, con temperaturas muy extremas, así que cualquier cambio en esas temperaturas harán que las plantitas se adapten cambiando los colores de sus hojas.
Exposición solar
Así como la temperatura es muy importante en la manera que reaccionan las suculentas, el sol directo afecta también a los colores y formas de estas preciosas plantas. La falta de sol hará que se etiolen o alarguen buscando su calor, mientras que el sol directo arrancará preciosos colores a nuestras suculentas.
Ten especial cuidado con el sol de la tarde, porque es bastante más agresivo que el de la mañana. Asegúrate de aclimatar a tus suculentas antes de exponerlas demasiadas horas al sol directo, ya que podrían quemarse sus hojas. No hay ningún problema en que las plantas suculentas, echeverias o sedums pasen muchas horas expuestos al sol directo, pero siempre que los hayas aclimatado correctamente.
El sustrato para conseguir los mejores colores en tus sucus
La tierra en la que plantamos nuestras suculentas es fundamental para sacar lo mejor de estas maravillosas plantitas. Ya sabes que no puedes utilizar un sustrato demasiado pesado, o una tierra negra sin nada de aireación, porque las raices de la suculenta se pudrirían y sería fatal para nuestras plantas. Por eso, un sustrato lo más drenante, arenoso y ligero hará que tus suculentas desplieguen sus fabulosos colores recordando el lugar de donde provienen.
Si utilizas un sustrato demasiado pesado, además de favorecer la aparición de hongos o pudrición de las raíces, conseguirás que tu suculenta esté muy verde, pero no estresada.
