Llega el momento de cambiar nuestro Aloe Vera de ubicación, y es muy importante saber cómo trasplantar una planta de Aloe Vera correctamente para que siga adelante y resulte todo un éxito.
La planta de Aloe Vera, al igual que otras suculentas resultan bastante sencillas de trasplantar o sacar los hijuelos, le ocurre igual que al Graptopetalum Paraguayense: crecen sin medida. Tan solo hay que tener en cuenta algunas recomendaciones básicas cuando realices el cambio, especialmente referidas al sustrato que utilices, el cuidado al separar las raíces y cómo colocar cada tipo de sustrato en la maceta.
Si te encantan las suculentas como a mí, no puedes perderte todo lo que te cuento sobre los cuidados de la echeveria Rainbow 🌈
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Cuándo se puede trasplantar Aloe Vera
Como en el caso de otras plantas suculentas, puedes trasplantar una planta de aloe en cualquier momento, y siempre que veas asomar las raíces por el orificio de la planta. Esto significa que ha crecido demasiado, y necesita un recipiente mayor.
A veces, el Aloe comienza a sacar raíces aéreas, y suele indicar que necesita más sustrato o nutrientes.
Pero para que la planta crezca bien, las mejores épocas son la primavera o el verano. Es cuando más calor hace, y cuando la planta se va a poder desarrollar mucho mejor.
En el caso de que cortes raíces o hijuelos, lo mejor es dejar cicatrizar durante una semana, evitando el riego de la planta. Por eso, es más recomendable hacerlo en épocas de más calor, en las que no se va a retener tanta humedad en la planta.
Por lo demás, puedes seguir el resto de las indicaciones de cómo trasplantar plantas suculentas.
Formas de trasplantar el Aloe Vera
Podemos trasplantar el Aloe Vera cambiando la planta de ubicación, o quitando los hijuelos.
Más allá de eso, nos referiremos a cómo reproducir el Aloe Vera, y eso es un tema a parte, como en el resto de suculentas puede hacerse de una gran variedad de formas.
Para cambiar nuestra planta de Aloe Vera, sólo tenemos que preparar un macetero mayor, o buscar una ubicación en el suelo para que se sienta perfecto. En el caso de que elijamos una maceta, ten en cuenta que si eliges una de barro, las raíces de la planta transpiran mejor, y favoreces la oxigenación. Mientras que si la colocas en un tiesto de plástico, esto no será posible.
Dicho esto, voy a contarte cómo organizo yo las diferentes capas del sustrato que coloco en la maceta para trasplantar el Aloe:
- En primer lugar coloco una base de piedra volcánica, piedras o corcho. Sinceramente, lo que me resulte más cómodo en ese momento, y tenga más a mano. Lo único que debes tener en cuenta es que ese material que coloques debe de favorecer el correcto drenaje de la planta, para que no se acumule demasiada agua en el tiesto. Coloco una capa fina, como de dos dedos de alto.
- A continuación añado la tierra para suculentas. Si no sabes de qué está compuesta, en el artículo dedicado a cómo hacer sustrato para suculentas y cactus te lo explico todo.
- En este punto, añado cáscara de huevo machacada. He comprobado que va muy bien por su gran aporte en calcio. Estas plantas necesitan un extra de este mineral, así que la cáscara de huevo viene muy bien porque lo va liberando poco a poco.
- Si tienes a mano, el carbón vegetal también es un aliado muy efectivo en esta variedad de plantas. Como es muy poroso, retiene la humedad cuando la hay, y después la va soltando poco a poco. Además, aporta un montón de nutrientes extra que a la planta le vienen genial como silicio o potasio. Puedes aplicarlo en todas las suculentas, ya verás que te encantará.
A partir de aquí tienes que tener en cuenta los cuidados normales de las suculentas en macetas.
¿Dónde plantar aloe vera sol o sombra?
El Aloe Vera es una planta que necesita luz solar directa, por lo menos unas 8 horas al día. Por eso, lo más conveniente es no sembrarla en la sombra, porque igual funciona bien, pero no es lo más normal.
Además, necesita un buen drenaje, al igual que otras suculentas o cactus no tolera bien el exceso de agua.
¿Cuántas veces hay que regar esta planta?
Como todas las suculentas, como otras suculentas incluida la echeveria pulvinata ruby, el Aloe Vera es una planta que no necesita ser regada muy a menudo. Únicamente cuando la tierra esté seca. No tolera bien el encharcamiento, así que debes procurarle un sustrato que drene muy bien, y una ubicación con luz directa al menos 8 horas al día.
Si tienes dudas sobre el riego en las diferentes estaciones, puedes consultar el artículo sobre cómo cuidar suculentas en invierno.
Cómo sacar hijos de una planta de aloe vera
Algo que me encanta de la planta del Aloe, y de las suculentas en general, es que una o dos veces al año podemos tener hijuelos de la planta de manera completamente gratis. Sí, sí como lo estás oyendo. Y es que suelen salir plantitas en los lados de la planta madre, que debes separar y sembrar en otro macetero aparte.
Este paso es muy sencillo. Y es que lo único que tienes que hacer, es separarlos con mucho cuidado de no dañar la planta madre, y que a la vez traigan algunas raíces. Ya verás que es muy sencillo, porque en general el aloe agarra muy bien, y no necesita demasiada raíz para que haya un éxito rotundo en su cambio de ubicación.
Una vez que hayas extraído lo hijuelos de la planta madre, sólo tienes que sembrarlos de nuevo en un sustrato como el que te he explicado más arriba para trasplantar una planta de Aloe Vera.
Cuándo se trasplantan los hijos de la aloe vera
Cuando los hijuelos salen al exterior y su color es verde, puedes trasplantarlos. Como cualquier otra suculenta, recomiendo hacerlo en la época de la primavera y principios del verano. Puedes hacerlo también en pleno verano o en otoño, pero el riesgo de que no vaya bien es más algo que si lo haces en primavera.
Verdaderamente son plantas muy resistentes, y siempre que les ofrezcas el confort que necesitan, no van a sufrir y su evolución será muy buena.
Sembrar aloe vera sin raíces
Sembrar un aloe Vera sin raíz es posible y te voy a contar cómo plantar aloe vera sin raíz. Y es que estas plantitas son tan resistentes que su propagación es exitosa en la mayoría de los casos, incluso sin lo más fundamental para las plantas como es la raíz.
Es muy importante que si la planta aún tiene una parte húmeda, dejemos secar para que cicatrice. De esta manera, conseguiremos que la planta de Aloe esté a salvo de infecciones y hongos. Al principio, no es necesario regar en exceso. Puedes poner un poco de agua para que la planta genere sus propias raíces, pero no en exceso, porque sólo conseguiremos que la planta se pudra.
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