No podía faltar en mi selección de suculentas, y especialmente de echeverias, la Imbricata. Es una auténtica rosa azul, que como todas ellas cambia de color sutilmente según la temporada del año.
- Ver más tipos de suculenta echeveria
Este híbrido entre la echeveria Metállica y la echeveria Glauca es de una belleza única. Porque no es sólo su color, sino la forma de sus hojas, y la manera en la que crece, con los hijuelos muy pegados y formando colonias preciosas de echeverias blue rose.
Por eso, y porque es una de las más fáciles de cultivar y propagar, la echeveria Imbricata es una de mis favoritas. Muy atento, porque te cuento todo ahora mismo. ¡sigue leyendo!
Cuidados de la echeveria Imbricata
Como ya te he comentado, es una de las echeverias más sencillas de cultivar, y cuidar, y probablemente una de las que más alegrías te van a dar. Su facilidad para propagarse por hijuelos es increíble, y en muy poco tiempo vas a tener un montón de pequeñas rosetas que podrás dejar con su mamá o separarlas y colocarlas en arreglos, o en macetas individuales.
Ya verás que es muy sencillo comprender de dónde le viene el nombre de rosa azul. Y es que dependiendo de las condiciones climáticas, esta preciosa rosa azulada tomará tonos más fríos o cálidos, poniendo las puntas de sus hojas rojas o anaranjadas. Esto va a depender del estrés al que esté sometida la plantita, si quieres saber cómo cambiar el color de las suculentas de forma natural, puedes visitar el artículo donde te hablo de ello.
¿Cómo cuidar una echeveria imbricata?
Para cuidar a la echeveria Imbricata es necesario ubicarla en un lugar cálido, a resguardo de las heladas. Al menos deberá recibir de 4 a 6 horas de sol directo, mejor si es el de la mañana, para que no queme sus hojas. Apórtale un sustrato drenante, pero rico en nutrientes, con humus de lombriz.
Esta echeveria florece a principios del verano o en primavera. Pero recuerda que las suculentas sólo florecen si se encuentran a gusto con las condiciones en las que se encuentran. Si tiene un sustrato adecuado, un lugar soleado y un clima suave, tu preciosa echeveria imbricata te va a dar unas flores preciosas en colores rojo anaranjado con forma de campana de unos 20 cm de alto.
Es una de las echeverias que mejor soporta el invierno, aunque como todas ellas, no ocurre así con las heladas. Así que te recomiendo que tengas tus suculentas, y en especial la imbricata, a salvo de temperaturas demasiado bajas.
Sustrato para la echeveria Imbricata
Como todas ellas, preparar un buen sustrato para suculentas depende de ti. Debes conseguir que el lugar donde cultives a tu plantita sea suficientemente poroso, ligero y aireado, para que cuando llegue el frío y las lluvias la humedad no se quede estancada en las raíces de la planta. A las suculentas no les importa mojarse. Es más, el agua de lluvia les sienta de maravilla. Pero lo que no les gusta es permanecer mojadas durante mucho tiempo.
Por eso, el sustrato en el que las sembremos tiene que dejar pasar fácilmente la humedad, y secar muy rápido.
Además, les gusta mantener sus raíces aireadas, y poder extenderlas bien. Por eso, un sustrato compacto nunca permitirá que tu suculenta crezca feliz y muy saludable.
Lo mejor para conseguir un sustrato ligero, poroso o aireado, es añadir a la tierra negra otro tipo de componentes como la piedra pómez, la perlita o la piedra volcánica. Cualquiera de estos componentes encanta a las suculentas.
Qué maceta utilizo para sembrar la echeveria imbricata
El mejor lugar para alojar a las suculentas, y especialmente a esta echeveria imbricata, es un recipiente sin mucha profundidad, pero un poco ancho. Más tendente a una maceta de bonsai que a un macetero profundo convencional. Cómo cuidar las suculentas en maceta es algo bastante sencillo, si tienes en cuenta algunas consideraciones como ésta.
Es más conveniente esta forma de maceta para que la planta no almacene demasiada humedad en el fondo del recipiente.
Iluminiación de la Imbricata
Esta echeveria necesita unas 6 horas de sol directo. De lo contrario se producirá el alargamiento de la plantita y la pérdida de su forma original. Además, sólo recibiendo esa cantidad de sol conseguirás ver los colores precisosos de la imbricata. Si en el lugar donde vives hay temperaturas demasiado altas, o el sol es muy fuerte, utiliza algún tipo de malla que evite la quemadura de tu plantita.
Si la echeveria imbricata no recibe suficiente sol, tenderá a etiolarse, o estirarse. Algo bastante frecuente en las suculentas cuando no tienen la cantidad de sol que necesitan.
Cómo regar
El riego de nuestra echeveria imbricata dependerá de la época del año en la que te encuentres, y el clima del lugar. Es fundamental comprobar si el sustrato está completamente seco, no sólo en la superficie, si no en toda la profundidad de la planta.
En verano, cuando las temperaturas son muy altas nunca dejo que las hojitas de la suculenta se pongan blandas. Porque por aquí alcanzamos los 40 grados, y es muy fácil llegar a la deshidratación. Especialmente de esta echeveria imbricata, que tiene las hojas muy finas, y no tiene la capacidad de almacenar agua que puedan tener otras suculentas.
Así que en temporada de calor, riego cada dos o tres días. Con un riego profundo, haciendo que la maceta libere el agua por el agujero de abajo. En invierno reduzco el riego muchísimo. Además, compruebo que temperatura hará en los próximos días para que no se hielen las raíces. A veces incluso riego una vez al mes.
Es muy importante comprobar si el sustrato está completamente seco, y si la plantita puede aguantar sin agua para no favorecer su pudrición o la aparición de hongos.
Cómo fertilizar la echeveria imbricata
No me gusta utilizar abonos químicos para mis suculentas, así que utilizo abono de humus de lombriz. Una vez al mes pongo una cucharada en cada planta, y así consigo que crezcan sanas saludables, y bastante rápido. De vez en cuando he probado el abono de caballo, y también va genial, pero el problema es que huele demasiado mal para tenerlo en la terraza.
Además, suelo hacer abono casero para suculentas ( si quieres ver cómo lo hago, pincha en el enlace) y esto hace que las suculentas crezcan muy rápido y mucho.
Cómo propagar la echeveria imbricata
Como te he comentado al inicio del artículo, esta es una de las echeverias que más fácil te resultará propagar. Sin necesidad de hacer nada, tu echeveria te dará un montón de hijuelos que podrás separar de la echeveria grande, o dejarlos con su mamá.
Es una de las echeverias que forma maravillosos arreglos gracias a que se propagan sus rosetas con mucha facilidad. Ésta, junto a la echeveria Dusty Rose son mis favoritas para tener un montón de ellas, y decorar mi jardín.
Además, también puedes reproducirla por hojas, se da bastante bien. Pero ya sabes que reproducir una echeveria por hojas es bastante más lento, por eso, teniendo la opción de separar hijuelos, lo encuentro mucho más recomendable.